Tipo de construcción

Oficinas

Ciudad de las Comunicaciones

España

  • Cafetería
  • Detalle de la cubierta
  • Detalle de la fachada
  • Edificio central
  • Fachada
  • Lago
  • Marquesina
  • Parque central
  • Vista lateral
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  • Detalle de la fachada
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Descripción

La Ciudad de las Comunicaciones se encuentra ubicada en la nueva zona residencial de Las Tablas, en el triángulo formado por la intersección de la A-1, la M 40 y la M - 607, al norte de Madrid.

La obra, del arquitecto Rafael de la Hoz, constituye la sede de Telefónica con una superficie total construida de 300.000 metros cuadrados, y cuenta con una capacidad para 14.000 empleados.

La ciudad se divide en cuatro zonas y cuenta con cuatro edificios de oficinas de diez plantas y ocho de cuatro plantas.

A estas doce edificaciones se añade un edificio corporativo, donde se ubica la dirección de la compañía, otro para servicios de hostelería y un tercero para guardería, gimnasio y centro de salud para los trabajadores del centro.

La tipología estructural básica consiste en establecer una retícula con soportes de hormigón (pilares, pantallas o muros) sobre los que se apoyan los forjados.

La fachada de los edificios, está compuesta por una doble piel de vidrio, compuesta por: piel interior-costillas-piel exterior.

Premio al concepto arquitectónico y al proyecto urbanístico 2005

Concedido por el diario Gaceta de los Negocios

Responsables

El conjunto de edificios, se dispone en torno a una plaza central que alberga un parque y un gran lago. Destaca la extensa cubierta de protección y captación solar, que actúa como elemento unificador del proyecto, que posee una superficie de 50.388 m2, de los cuales, 25.000 m2 están ocupados por paneles solares que constituyen una de las mayores superficies de paneles solares de Europa.

Los edificios quedan ubicados bajo una misma cubierta en la que se colocan 16.600 paneles fotovoltaicos.

La elección de fachadas de vidrio permite un gran ahorro en iluminación lo que supone una reducción muy considerable del consumo de energía.

La marquesina actúa como aislante térmico y protector climatológico, permitiendo reducir en 1.600 toneladas al año las emisiones de CO2 a la atmósfera, en línea con los objetivos establecidos en el protocolo de Kioto a la vez que protege a los edificios y al entorno de la radiación solar.