Descripción

En el Palau Nacional de Barcelona, pieza arquitectónica que presidía la Exposición Internacional de 1929, se instala en el 1934 el Museo de Arte de Cataluña.

Fue construido, a pesar de su enorme volumen, en poco menos de tres años. Para ello se optimizaron los sistemas constructivos, pero se obviaron los problemas derivados de la falta de juntas de dilatación entre los cuerpos del edificio, la mala calidad del terreno y de una construcción con baja resistencia a los empujes horizontales. Pronto las acciones reológicas y térmicas generaron patologías en la estructura y cerramientos. Además, la neoclásica distribución y decoración resultaron poco adecuados para el museo desde el principio. Por ambas razones, el edificio fue constantemente sometido a obras de adecuación y reforma.

La actuación de rehabilitación, con un total de 56.829 m², comprendió:

• La consolidación estructural: de los cimientos, de los forjados sanitarios y forjados en general, de las jácenas, la formación de galerías de servicios y construcción de bloque técnico; corte y refuerzo de juntas de dilatación en muros y forjados. Refuerzo de bóvedas. Derribos y modificaciones estructurales debidas al nuevo proyecto.
• Intervención en la gran cúpula del vestíbulo: refuerzo del forjado de la planta 1º  y de toda la cúpula, el tambor, los estribos y todo el cuerpo cuadrado que la soporta, incluyendo su aislamiento estructural, mediante una compleja intervención.
• La rehabilitación de cubiertas y fachadas: reconstrucción de cubiertas a la catalana, cubiertas de sandwich de chapa metálica prelacada, la cubierta de la Sala Oval acabada con chapa de zinc, construcción de cubiertas de teja cerámica sobre planchas de chapa colaborante; y la reparación, consolidación y protección de cornisas y fachadas, y sus elementos ornamentales.
• El Gran Salón, en su época de los más grandes de Europa, se rehabilita como lugar de encuentro apto también para actos y celebraciones (y auditorio hasta 1.000 espectadores). Las gradas originales de la periferia se substituyen en parte por gradas de vidrio. Bajo las gradas se incluyen 2 auditorios más de menor capacidad.
• Acabados de todo el edificio, incluyendo: salas de exposición y almacenes de obras de arte, oficinas, auditorios, restaurantes, aulas, tiendas, talleres de restauración, archivos, salas técnicas y galerías.
• Nuevas instalaciones eléctricas, mecánicas, iluminación, contra incendios, anti intrusión, control, voz y datos.